Preside un centro terapéutico especializado en el tratamiento de las adicciones. Ella misma recurrió a este centro y hoy ayuda a otros a salir del atolladero.
Sol describe así el principal objetivo de Mare Nostrum, el centro terapéutico que preside: "No podemos culpar a nadie por tener una adicción. No es falta de voluntad sino una enfermedad y necesita del apoyo de los seres queridos". Pionero en el tratamiento de las adicciones conterapias de grupo y en régimen hotelero abiero, al centro -ubicado en La Garriga, Barcelona- acuden, sobre todo, enfermos de clase media-alta sometidos a gran competitividad profesional y amas de casa maduras que se sienten solas.
Sol Sabe de qué habla. Después de durísimas experiencias, encontró una nueva vocación en el centro donde logró curarse de su dependencia. Tras su recuperación, ella y su actual marido compraron la entidad.
"Encontrar este centro fue mi salvación, pues ni siquiera sabía que era adicta. A mi marido lo había asesinado ETA, tenía un hijo, era profesora en la universidad, pertenecía a varios consejos de administración de empresa. Quise demostrar que podía con todo. Como empecé a sentir ansiedad, un médico me recetó ansiolíticos. Empecé a tomar algo para dormir, bebía para reforzar el efecto... Un día caí redonda". En paralelo, Sol fue testigo de cómo su hermana, también letrada, fue destruida por la adicción al alcohol y acabó muriendo en un accidente de tráfico.
ENFERMOS DE ESTRÉS
"Nunca supimos entender que su problema con el alcohol era una enfermedad. Pensábamos que lo hacía porque quería. No sabíamos cómo ayudarla. Cuando murió, yo también sufría dependencia, hasta que un médico amigo me aconsejó que me ingresara". Sol padecía una enfermedad neuroadaptativa: sus neuronas se habían acostumbrado a funcionar gracias a un elemento externo (pastillas, alcohol, etc.) y, sin él, sufría síndrome de abstinencia.
"Mucha gente recurre a ciertas sustancias para aguantar su ritmo de vida. Otros por soledad o por curiosidad. Algunos se convierten en adictos y otros no, y no se sabe por qué". Las terapias de Mare Nostrum parten del reconociemiento de que se tiene una adicción y de sus situaciones de riesgo, aquellas en las que consumía. Se aprenden técnicas mentales para controlar, sin recaídas, esas necesidades artificiales.
Pronto abrirá una delegación en Valencia especializada en pacientes jóvenes y en nuevas adicciones, como a Internet o al móvil.
